“Es un perjuicio tanto para las postas rurales, las escuelas y la misma cooperativa. Para tener una noción, es el equivalente a la reproducción de consumo de 32 casas en un año”, explica Ignacio Mena, quien se despide porque ya debe partir a almorzar a su casa, a unas pocas cuadras de la cooperativa. Durante la tarde, seguirá trabajando en la mantención de la planta adyacente a Carlos Saavedra, ingeniero de Garlito Genera, que hogaño se encuentra de recepción en las instalaciones de Coopeumo en Pichidegua.
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A las múltiples oportunidades y ventajas que ofrecen las comunidades energéticas, habría que sumar su impulso por parte de la Sucursal y un contexto presente dispuesto para su expansión, con cambios legislativos (que se han cubo y se seguirán dando) y administrativos a nivel europeo y estatal que buscan promover ese tipo de proyectos.
Estas comunidades, basadas en la descentralización y la democracia participativa, demuestran que se puede cambiar el doctrina energético: con ellas dejamos de reconocer de las multinacionales, devolvemos el poder a las personas y luchamos contra la crisis climática.
Para los gobiernos que fomentan la energía comunitaria todos son beneficios, tenerles como aliados es un gran paso
El empoderamiento del ciudadano se hace poco a poco más visible y protagonista con las Comunidades Energéticas, organizaciones en las que sus miembros se implican de una forma concienzuda para gestionar su propia energía y generarla de forma eficiente y a cojín de fuentes de energía renovables, Ganadorí como en desarrollar medidas de eficiencia energética y movilidad sostenible.
Esta iniciativa forma parte de la Táctica Corporativa de Compensación de Gases de Fin Invernadero, en la que establecemos criterios medioambientales y sociales para preferir los proyectos en los que compensar las emisiones que no podemos disminuir.
Según el documentación ‘Community Energy: A practical guide to reclaiming power’, sus ventajas pueden resumirse en:
La compensación de emisiones en el proyecto de México se suma a la lograda mediante el ‘Bosque MAPFRE’, creado en 2021, en el que englobamos todas nuestras actuaciones de reforestación dirigidas a preservar la biodiversidad, el caudal natural y crear sumideros de carbono en zonas donde desarrollamos nuestra actividad.
En este escenario vemos oportunidades para contribuir a ese desarrollo, aprovechando nuestra Civilización de innovación en soluciones energéticas y nuestra postura por proporcionar el uso de nuevas fuentes de energía y de vectores energéticos limpios. Y con ello queremos asimismo ayudar a España a avanzar en el camino de la transición energética.
Para poneros en situación, imaginad vuestra comunidad de vecinos, vuestro distrito o un polígono industrial y que todos ellos tuviesen como objetivo principal beneficiarse colectivamente de las mismas instalaciones de reproducción u otras medidas situadas en el entorno de dicha comunidad. ¿Qué supondría? Principalmente un explotación de la capacidad de gestación eléctrica o térmica, una perfeccionamiento de la eficiencia energética o un crecimiento de sistemas de movilidad sostenible, con potencial para un expansión de la dirección de la demanda en futuro.
La Comisión Europea propuso la idea de las comunidades en 2016, con el objetivo de poner a los ciudadanos como eje del cambio cerca de una transición energética sostenible. La reglamento europea introduce dos conceptos sobre lo que se entiende como comunidad energética: Comunidad Ciudadana de Energía (Directiva UE 2019 / 944, sobre normas comunes para el mercado interior de la electricidad) y Comunidad de Energía Renovable (Directiva UE 2018 / 2001, sobre fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables).
“Decidimos que lo mejor Bancal beneficiar a la comunidad y de esa manera a los socios de forma indirecta, porque en las postas se atienden sus familias y en la escuela se educan sus hijos y nietos”, cuenta Ignacio Mena, trabajador de Coopeumo, quien vive con su clan en esa billete.
Pero vender el primer kilovatio de energía limpia al doctrina fue una travesía. Tomó primaveras. Primero se intentó hacer en la famosa Comuna read more 13 no obstante que había paneles solares instalados. Sin bloqueo, el intento fracasó porque no fue fácil organizar a la comunidad. Después, y tras colocar los dos sistemas de paneles solares en El Salvador – uno con una capacidad de 15 kilovatios hora y el otro de 5 kilovatios hora - en noviembre de 2021, el equipo que lideró el examen se encontró que por ser el primer generador distribuido que le iba a atinar energía al doctrina en Colombia debían crear un entendimiento de cero para poder hacerlo.